Una vez que tu niño tiene edad suficiente para jugar al aire libre, hacer nuevos amigos y tal vez asistir a una guardería, es probable que se resfríe de vez en cuando.  Los síntomas incluyen: la nariz tapada, estornudos, tos, y dolor de cuerpo. Sentirse mal no es divertido, Pero ¡tranquila! Por lo general no dura más de una semana. Toma las siguientes precauciones para reducir la exposición a los gérmenes y evitar resfríos con demasiada frecuencia: 

1. Ofrécele una dieta balanceada y variada para mantener el cuerpo sano y preparado para luchar contra las infecciones.  Te recomendamos leer más acerca de la dieta saludable y cómo fortalecer su sistema inmune​.​
2. Limpia y desinfecta los juguetes regularmente.  Lleva siempre contigo toallitas antisépticas o con alcohol para limpiar los respaldos de las sillas, la agarradera de los carritos de supermercados y los carritos de diversión.
3. No permitas que los niños pequeños compartan alimentos o bebidas.
4. Lavarse las manos frecuentemente, no compartir cubiertos y vasos, así evitas que tu hijo se contagie de gripe.
5. Quítate los zapatos al entrar a la casa, así evitas que tu hijo encuentre algo que hayas traído del exterior.
6. Utiliza remedios sencillos para los síntomas, en lugar de los preparados químicos que son fuertes.  Por ejemplo, una cucharadita de miel puede calmar la tos, y un poco de crema de eucalipto en el pecho es útil para la nariz tapada.