¿Qué es el destete? – Guía y consejos para el destete del bebé

Aprender a comer alimentos sólidos es un proceso gradual. El primer paso es reconocer los signos de que tu bebé está listo para el destete.

Alrededor de los 6 meses, es probable que tu bebé pueda sentarse con apoyo, tenga un mayor control del movimiento de su cabeza y pueda realizar acciones de succión más fuertes. El “reflejo de empujar la lengua” de tu bebé (empujar la lengua hacia adelante cada vez que se estimula la parte posterior de la garganta) y el reflejo nauseoso se vuelven menos pronunciados y le permitirán tragar alimentos, por lo que este suele ser un momento ideal para comenzar el destete.

Pero no hay necesidad de apresurarse. En esta etapa, tu bebé seguirá recibiendo la mayor parte de su nutrición de la leche materna o de la fórmula.

Cuando le presentas los alimentos sólidos por primera vez, es mejor elegir un momento en el que tu bebé esté tranquilo y alerta, y tú tengas suficiente tiempo para permitirle explorar y experimentar, así como para lidiar con cualquier desorden. Trata de no darles sólidos cuando tenga mucha hambre, esté demasiado cansado ​​o esperando su leche habitual, ya que podría frustrarse.

Al empezar, puedes notar que tu bebé empuja la comida fuera de su boca. Esto no significa que no le guste la comida. Hasta ahora, tu bebé solo ha bebido líquidos y debe aprender a mover más alimentos sólidos alrededor de su boca y tragar. Muchas cosas simplemente pueden volver a salir. Si bien es frustrante y desordenado, todo esto es parte de aprender a comer y estas habilidades también son importantes para el desarrollo del habla.

Si tu bebé se niega constantemente a comer, podría significar que no está listo para el destete, así que detente y vuelve a intentarlo otro día.

A tu bebé le llevará tiempo acostumbrarse a la sensación y el sabor de la comida en la boca y, al principio, el destete implica mucho ensayo, error y perseverancia. Comienza ofreciendo una pequeña cantidad de comida en puré con la punta de una cuchara. Para empezar, es suficiente con una o dos cucharaditas. Tu bebé pronto aprenderá a formar un bolo (una pequeña masa de comida) y lo moverá hacia la parte posterior de la boca para tragarlo.

Tu bebé a veces puede toser y tener arcadas a medida que aprende a lidiar con alimentos más sólidos. Las náuseas son, de hecho, un reflejo natural que ayuda a despejar los alimentos de sus vías respiratorias. Si bien es importante observar, todo esto es parte del aprendizaje de alimentos sólidos y sucederá menos a medida que tu bebé se vuelva más hábil para comer.

A medida que tu bebé aprende a comer, puedes aumentar gradualmente la cantidad y el tipo de alimentos que le ofreces, hasta que esté disfrutando de dos o tres comidas variadas cada día. Si tu bebé parece entusiasmado, está bien ofrecerle más.

Vale la pena tener en cuenta que pueden ser necesarios varios intentos para que tu bebé acepte un nuevo alimento, a veces hasta ocho o incluso diez sabores antes de que le guste. Entonces, si al principio no le gusta un alimento determinado, sigue intentándolo.

Puedes intentar hacer puré y congelarlo en bandejas de cubitos de hielo para tener una mezcla de sabores lista para ofrecerle todos los días.

La consistencia, textura y variedad de alimentos deben cambiar a medida que tu bebé crece. Tu bebé pronto aprenderá a morder y masticar, sostener una cuchara y eventualmente alimentarse solo, por lo que esta es la oportunidad perfecta para alentarlo a comer una dieta variada y equilibrada y establecer hábitos alimenticios saludables que durarán hasta la infancia y más allá.

A esta edad, una vez que tu bebé haya aprendido a tomar alimentos blandos con una cuchara, puedes comenzar a introducir alimentos triturados con grumos blandos. Tu bebé también podrá tomar cosas con las manos, así que ofrecele también bocadillos blandos, como palitos de zanahoria cocida o pan tostado.

Este es también el momento de introducir alimentos ricos en una variedad de importantes vitaminas y minerales, como el hierro. Ofrécele a tu bebé una variedad más amplia de alimentos en puré, como carnes, pescado, frijoles, huevos (bien cocidos para que las claras y las yemas sean sólidas), mantequillas de nueces suaves, frutas y verduras. Incluye también algunos alimentos con almidón, como papas, arroz, pasta y cuscús. Los productos lácteos enteros como yogures, queso y natillas son excelentes alimentos para el destete, pero recuerda que la leche materna o la fórmula deben seguir siendo su bebida láctea principal hasta al menos su primer cumpleaños.

Trata de darle a tu bebé una dieta sana y equilibrada, similar a la tuya, pero sin sal ni azúcar añadida. Incluye buenas fuentes de proteínas, como carne, pescado, huevos, frijoles o mantequillas de nueces suaves; frutas y vegetales; productos lácteos ricos en calcio; y alimentos con carbohidratos con almidón como arroz, avena, pan y pasta.

El destete dirigido por el bebé ganó popularidad después de la publicación del libro de Gill Rapley en 2008. Se basa en la teoría de que cuando se introducen alimentos sólidos, se debe alentar a los bebés a que se alimenten solos, con poca o ninguna ayuda de la madre. Por lo general, se trata de alimentos para picar, como zanahorias al vapor y brócoli.

Aunque el destete liderado por el bebé tiene varios beneficios, recomendamos comenzar con purés. Comenzar con una variedad de alimentos en puré más suaves es un método seguro y eficaz que ayuda a los bebés a obtener la amplia gama de nutrientes que necesitan. El NHS apoya este consejo.

Independientemente de cómo elijas presentarle a tu bebé los sólidos, es importante buscar las señales que te indiquen que ya ha tenido suficiente. Puede girar la cabeza o simplemente cerrar la boca.

Una vez que tu bebé progrese hacia alimentos blandos que puede tomar con los dedos, puede practicar la alimentación por sí mismo y practicar la coordinación de la mano a la boca.

Revisado por última vez: 5 de septiembre del 2016