Preparando comida para bebés

Dado que el sistema inmunológico de tu bebé aún no está completamente desarrollado, es vulnerable a los trastornos estomacales, por lo que una buena higiene de los alimentos y una preparación segura son esenciales.

A continuación, encontrarás algunos consejos para preparar la comida de tu bebé:

• Preparación: asegúrate de que tus manos, superficies, tazones, platos y utensilios de cocina estén completamente limpios. Si tu bebé tiene menos de 6 meses, los tazones, platos y utensilios de cocina deben esterilizarse para asegurarse de que estén libres de bacterias que podrían enfermar a tu bebé.
• Cocinar carne y pescado: asegúrate siempre de que la carne esté bien cocida, sin trozos rosados. El pescado debe estar firme; si aún está blando, no está bien cocido. Una forma ideal de cocinar pescado para bebés es hornearlo en papel de aluminio, porque incluso cuando está bien cocido, sigue siendo tierno y fácil de masticar.
• Frutas y verduras: lávalas bien antes de usarlas. Para las verduras que deben cocinarse, cocinar al vapor es la mejor opción, ya que retiene la mayor cantidad de nutrientes. Si no tienes una vaporera, simplemente usa un colador de metal sobre una olla con agua hirviendo.
• Servir la comida de tu bebé: la comida de tu bebé debe estar bien cocida y bien caliente para asegurarse de que se hayan eliminado todas las bacterias. Deja que se enfríe a una temperatura agradablemente cálida antes de servir.

Una dieta equilibrada para un bebé o un niño pequeño es muy diferente a la de un adulto. Es mejor evitar o limitar ciertos ingredientes y alimentos para proteger su cuerpo en crecimiento, por ejemplo:

• Sal
• Azúcar
• Demasiada fibra – una cantidad pequeña está bien
• Alimentos bajos en grasa

Todos necesitamos sal para realizar una variedad de funciones corporales esenciales. Nos ayuda a absorber líquidos del tracto digestivo y mantiene en equilibrio los niveles de líquidos del cuerpo. Sin embargo, solo necesitamos consumir una pequeña cantidad de sal cada día, y los bebés y los niños pequeños necesitan incluso menos¹.

En la actualidad, existen pruebas que sugieren que una ingesta elevada de sal durante la infancia puede tener un efecto nocivo en los riñones en desarrollo y podría provocar un aumento de la presión arterial en el futuro.².

Además, existe evidencia de que los hábitos alimentarios formados en la infancia influyen en los patrones de alimentación en la edad adulta, por lo que la preferencia por los alimentos salados se aprende a una edad temprana.

La buena noticia es que, al darle a tu bebé alimentos bajos en sal, es menos probable que desarrollen un gusto por ellos en primer lugar.

Durante los primeros 6 meses, el nivel de sal en la leche materna es suficiente para apoyar el crecimiento y desarrollo normales de tu bebé. Sin embargo, deberás prestar más atención a la ingesta de sal de tu bebé cuando avance hacia el destete.

Aquí hay algunos cambios simples que puedes hacer en la dieta de tu bebé para asegurarte de que no consuma demasiada sal:

• Cuando prepares la comida de tu bebé, no agregues más sal. La comida puede parecer insípida a tu gusto, pero será perfectamente aceptable para tu bebé.
• Ten cuidado con la sal en los alimentos preenvasados. No se permite que los alimentos para bebés contengan sal agregada, pero los alimentos que no están destinados a los bebés, como las salsas y las papillas ya preparadas, a menudo tienen altos niveles de sal agregada.
• Incluso alimentos como el pan, el queso y los cereales contienen sal. Compara las etiquetas para encontrar aquellas que no contengan sal o que contengan niveles más bajos. Alto contenido de sal es más de 1,5 g de sal por 100 g, equivalente a 0,6 g de sodio. Bajo contenido de sal es 0,3 g de sal o menos por 100 g, equivalente a 0,1 g de sodio. Los niveles entre estas cantidades significan que un alimento tiene un contenido moderado de sal.
• Una de las mejores formas de asegurarse de que su bebé no tenga demasiada sal es preparar sus propios alimentos para bebés.

Los niveles recomendados son los siguientes¹:

Los bebés tienen una preferencia natural por los alimentos dulces, como la leche materna y las frutas, porque refleja su biología básica. De hecho, el gusto por los alimentos y bebidas dulces es evidente entre los bebés y los niños de todo el mundo, independientemente de la dieta, la publicidad o la tecnología moderna.

Investigaciones recientes también sugieren que el gusto por los dulces puede verse influenciado por las propiedades analgésicas de los azúcares.³.

Sin embargo, se ha demostrado que agregar azúcar a la dieta de tu bebé aumenta la probabilidad de que desarrolle un gusto por lo dulce en el futuro.⁴.

Aunque es tentador agregar azúcar a los alimentos para alentar a tu bebé a probar algo nuevo, darle alimentos con azúcar agregada puede causar problemas dentales graves más adelante en la vida, como caries, lo que lleva a empastes e incluso a la pérdida de dientes. Las bebidas con azúcar agregada son particularmente malas para los dientes.

Es mucho más fácil fomentar hábitos alimenticios saludables ahora que tratar de cambiar los malos hábitos más adelante. Por lo tanto, evita agregar azúcar a la comida de tu bebé y mantente alejado de los productos que no sean para bebés, ya que pueden tener un alto contenido de azúcar.

Ciertos alimentos que puedes pensar que están bien para tu bebé pueden tener un contenido sorprendentemente alto de azúcar. Panecillos, frutos secos, frijoles horneados y algunas comidas y bebidas para bebés son solo algunos ejemplos.

Consulta las etiquetas de los alimentos para obtener más información sobre su contenido de azúcar. Busca la cifra de “carbohidratos (de los cuales azúcares)” en la etiqueta nutricional. Los alimentos con alto contenido de azúcar contienen 22,5 g o más de azúcares totales por 100 g y los alimentos con bajo contenido de azúcar contienen 5 g o menos de azúcares totales por 100 g. Es un mito que los azúcares naturales son más saludables para tu bebé en comparación con los tipos de azúcar más procesados. Todas las formas de azúcar contienen la misma cantidad de energía, peso por peso y todas tienen el potencial de dañar los dientes en desarrollo.

Cuando se trata de bebidas, los jugos de frutas endulzados, los cordiales, los licuados y el agua saborizada suelen estar llenos de azúcar. El jugo de frutas sin azúcar es una opción más saludable, e incluso entonces es mejor diluirlo con agua.

Una mejor idea es consumir agua y leche, aunque evita la leche de vaca como bebida antes de que tu bebé tenga 12 meses. Cuando le ofrezcas bocadillos, opta por alimentos saludables como frutas frescas, pan tostado y tortitas de arroz sin azúcar en lugar de alternativas azucaradas.⁵.

Tu bebé necesita mucha energía y nutrientes de su dieta para apoyar su rápido crecimiento y desarrollo. Sin embargo, tiene un estómago pequeño y no puede consumir grandes cantidades de comida, por lo que necesita obtener su energía y nutrientes en forma compacta⁶. Esto significa que los alimentos bajos en grasa y ricos en fibra no son adecuados para recetas de comida para bebés.

La grasa es una fuente importante de vitaminas y energía para tu bebé, lo que hace que las leches o los productos lácteos bajos en grasa tampoco sean adecuados. Usa leche entera o yogurt y toma en cuenta que la leche de vaca no debe administrarse como bebida hasta que tu bebé tenga 12 meses. La leche de vaca se puede utilizar en los alimentos, pero evita la semidescremada antes de que tu bebé tenga 2 años.

Los alimentos ricos en fibra pueden llenar a tu bebé antes de que obtenga toda la energía que necesita. Sin embargo, acostumbrar a los niños a los alimentos integrales y de cereales integrales desde el principio ayudará a fomentar su consumo cuando sean mayores. Intenta utilizar una mezcla de diferentes panes y cereales. Una mezcla de harina blanca e integral está bien y evita los cereales enriquecidos con salvado hasta que consuman una dieta completa, saludable y equilibrada. Alentar a tu bebé a comer diferentes cereales con mayor y menor contenido de fibra también ayudará a evitar una ingesta baja en fibra y problemas de estreñimiento.

• Alimentos preenvasados para adultos ​​como salsas para pasta y avena preparada
• Alimentos azucarados del pasillo para bebés del supermercado: siempre revisa las etiquetas
• Bebidas endulzadas
• Yogurt y queso bajos en grasa

• Verduras como papa, zanahoria, calabaza y nabo
• Frutas como plátano, pera, aguacate, ciruela, manzana y chabacanos
• Arroz
• Yogurt y queso enteros

Revisado por última vez: 21 de agosto del 2014