La leche materna es especialmente beneficiosa para el desarrollo del sistema inmunológico, ya que contiene bacterias buenas, conocidas como “probióticos”, y los ingredientes nutricionales que alimentan a esas bacterias, llamados “prebióticos”.
Los bebés nacen con un sistema inmunológico inmaduro, sin embargo, como todos los demás aspectos de su cuerpo, continuará desarrollándose durante los primeros años de vida. Mientras tanto, hasta que su sistema inmune tenga un mejor desempeño, los bebés tienden a ser más susceptibles a contraer infecciones ocasionadas principalmente por bacterias y virus. Por eso es importante proporcionar a tu bebé la nutrición adecuada para apoyar este período único de desarrollo del sistema inmunológico y así ayudarlo a prevenir y combatir cualquier infección.
¿Sabías que las diminutas bacterias microscópicas presentes en el pequeño intestino de tu bebé pueden influir en cómo reacciona el sistema inmunológico a los resfriados ocasionados por un virus?
Esto no es una sorpresa ya que:
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La leche materna es especialmente beneficiosa para el desarrollo del sistema inmunológico, ya que contiene bacterias buenas, conocidas como “probióticos”, y los ingredientes nutricionales que alimentan a esas bacterias, llamados “prebióticos”.
Técnicamente hablando, los prebióticos se definen como carbohidratos dietéticos que son capaces de fomentar a nivel intestinal el crecimiento de bacterias buenas. De hecho se han llevado a cabo diferentes estudios en los bebés para confirmar el efecto positivo de los prebióticos en un sistema inmunológico en desarrollo.
Estos prebióticos nutricionales también ayudan a aumentar la absorción de minerales como calcio y magnesio, contribuyendo a un desarrollo óseo saludable *1. 2. Además, los prebióticos alimentan bacterias en el intestino responsables de hacer vitaminas esenciales, por ejemplo, vitamina B, que es necesaria para el metabolismo y vitamina K que promueve la coagulación saludable de la sangre.*3
La fuente más importante de nutrientes para el desarrollo del sistema inmune del bebé es la leche materna. Además de anticuerpos y otros componentes importantes, los pre- y probióticos que se encuentran en la leche materna son muy importantes para el desarrollo del sistema inmunológico de tu bebé.
Esta es la razón por la que se recomienda la lactancia materna exclusiva mínimo hasta los 6 meses de edad. Si decides no amamantar, consulta a tu pediatra para obtener más información y consejos. Pídele al médico información sobre fórmulas que contengan ingredientes nutricionales bioactivos como prebióticos. Las fórmulas que se enriquecen con prebióticos pueden ayudar a los bebés que no son amamantados para apoyar su sistema inmunológico a través del intestino y así, mantener un adecuado desarrollo y prevenir infecciones.
Sin embargo, recuerda que si estas amamantando a tu bebé, puedes seguir amamantándolo cuando inicies la alimentación complementaria y hasta los dos años ó hasta que tú y tu bebé se sientan cómodos. Durante la alimentación complementaria, una vez que tu bebé tenga 6 meses de edad, puedes comenzar a darle alimentos sólidos creando una dieta equilibrada, rica en alimentos que tengan pre y probióticos, siempre siguiendo los consejos de tu pediatra.
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