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Tu hermoso bebé recién nacido es como una esponja, absorbiendo cada nueva experiencia y aprendiendo y desarrollándose todos los días. Por eso, incluso cuando son pequeños, es una buena idea reservar algo de tiempo cada día para jugar con ellos. Te ayudará a crear lazos afectivos y será un recordatorio de que tener un bebé se trata de amor y diversión, no solo de pañales y noches de insomnio.
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Si bien con el tiempo llegarán a amar a su osito, en los primeros días su “juguete” favorito eres tú. Los estudios muestran que los bebés responden a los rostros más que a cualquier otro estímulo visual. Tu bebé puede intentar imitar tus expresiones en los primeros meses; ¡intenta sacarle la lengua y mira qué pasa! Hablar y cantarle a tu bebé, hacer muecas y sonreírle son formas sencillas de desarrollar conexiones emocionales y habilidades de comunicación1.
El contacto físico brinda una divertida oportunidad para que tu bebé descubra el mundo que lo rodea. Mueva sus piernas y brazos suavemente y usa masajes para calmarlo. A tu bebé le encanta tu toque, por lo que levantarlo y mecerlo suavemente ayudará a fortalecer el vínculo emocional entre ustedes, especialmente si lo haces “piel con piel”.
Al nacer, tu bebé solo alcanza a ver alrededor de 8 a 10 pulgadas2, lo que es suficiente para ver tu cara mientras lo amamantas. Su vista se desarrolla con lentitud. A los tres meses, es posible que puedan seguir objetos con los ojos e, increíblemente, la visión del color no se desarrolla completamente hasta alrededor de los cinco meses. Compra libros y juguetes diseñados para estimular a los bebés pequeños; contienen imágenes en blanco y negro de alto contraste.
Nunca es demasiado pronto para cantarle a tu bebé. Hablar o cantar en un estilo alegre, agudo y rítmico se conoce como “parentese” y parece ser algo instintivo para muchos padres. Las canciones de cuna como ‘Twinkle, Twinkle Little Star’ han sido utilizadas por generaciones para calmar y entretener, y canciones como ‘Old McDonald Had a Farm’ sientan las bases para las habilidades lingüísticas tempranas, aunque es poco probable que escuches un ‘muu’ o un ‘quack’ hasta que tengan al menos siete meses de edad. Hablar con tu bebé también es bueno para sus habilidades de comunicación y es posible que disfrutes leerle cuentos. Tu bebé encuentra tu voz particularmente reconfortante ya que reconoce el sonido de antes de nacer.
El contacto piel con piel es brillante para crear lazos afectivos, al igual que el masaje del bebé y las cosquillas suaves. “This Little Piggy Went to Market” y otros juegos con los dedos de las manos y de los pies ayudan a los bebés a ser conscientes de los diferentes niveles de presión. Acariciar a tu bebé suavemente con diferentes tipos y texturas de telas suaves, soplar en su pancita y jugar a chapotear en el baño son todas oportunidades para aprender sobre la sensación del tacto a través del juego.
Revisado por última vez: 9 de diciembre del 2016
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