Siete razones para atesorar el primer abrazo

Como madre primeriza, abrazar a tu bebé por primera vez puede ser una experiencia increíble, mientras disfrutas la sensación de sostener esa nueva vida cerca de ti. Pero colocar a un bebé recién nacido sobre la piel desnuda de la madre, una técnica conocida como contacto piel con piel, es mucho más que darle a tu hijo su primer abrazo. El contacto piel a piel puede generar notables beneficios para la salud principalmente para el bebé, pero también para la madre.^1-5

No es de extrañar que el nacimiento y el nuevo entorno en el que nace tu bebé sean estresantes para él. Sin embargo, la evidencia sugiere que el contacto piel a piel entre una madre y su recién nacido puede transformar este período inicial de incertidumbre para el bebé en una experiencia extremadamente reconfortante.¹

El contacto piel con piel ayuda a mantener a tu bebé caliente (los bebés recién nacidos tienen una capacidad limitada para regular su propia temperatura corporal; el contacto piel con piel puede ayudar con esto, ayudando naturalmente a tu bebé a mantener una temperatura saludable); y permite que su bebé escuche el reconfortante sonido de los latidos de su corazón, que reconocerá por el tiempo que pasó en su útero. El calor y escuchar los latidos de tu corazón ayudarán a tu bebé a sentirse cómodo en su extraño mundo nuevo y a adaptarse a su nuevo entorno. Además, el contacto piel a piel promueve la estabilidad física de tu hijo. Puede aumentar los niveles de glucosa (reduciendo la hipoglucemia o el nivel bajo de azúcar en sangre); y ayudar a regular la frecuencia respiratoria y la presión arterial del bebé.²

El contacto piel con piel fomenta la colonización temprana contra la infección, ya que el sistema inmunológico del bebé responde a las bacterias en la piel de su madre.³

Estar cómodo también ayuda a reducir los niveles de estrés. En cualquier situación en la que un bebé se sienta estresado, el contacto con la piel puede relajarlo de manera tan significativa que sus niveles de cortisol (hormonas del estrés) se reducen.¹ Esto es particularmente relevante en las primeras 2-3 horas después del nacimiento, que se ha demostrado que es un período sensible para la manifestación y el control del estrés.¹ Este efecto calmante también puede ayudar a reducir o aliviar el dolor en situaciones en las que tu bebé pueda sentir molestias, como un parto difícil.¹

El contacto temprano piel con piel es importante para el desarrollo de la flora bacteriana de un bebé: los billones de bacterias y organismos que albergamos en nuestra piel y dentro de nuestro tracto respiratorio y gastrointestinal. La flora intestinal de un niño comienza a desarrollarse en el útero y cada vez hay más evidencia que respalda la importancia de proteger la transferencia y el mantenimiento de la flora intestinal normal de una madre embarazada a su bebé. Durante e inmediatamente después del nacimiento, las bacterias se introducen en el cuerpo del bebé y el desarrollo del intestino es en gran parte el resultado de la exposición a los microbios en el medio ambiente.⁴ El contacto piel con piel fomenta la colonización temprana contra la infección a medida que responde el sistema inmunológico del bebé a las bacterias en la piel de su madre.³ La flora intestinal alterada se ha relacionado con una amplia gama de condiciones médicas que incluyen alergias y asma.⁴

Sostener a tu bebé sobre tu piel ayuda a apoyar el desarrollo del cerebro aumentando las vías neuronales esenciales, activando áreas del cerebro que están asociadas con el aprendizaje emocional y la formación de la memoria.

Desarrollando el apego maternal

Las hormonas que influyen en los comportamientos de apego aumentan con el contacto piel con piel. Una de esas hormonas es la oxitocina, también conocida como la hormona del amor, una hormona natural que crea una sensación de relajación y bienestar. Los sentimientos generados cuando esta hormona en particular se libera en el cerebro conducen a un aumento en la relajación, la atracción, el reconocimiento facial y los comportamientos de cuidado materno², todo lo cual promueve lazos más fuertes que son beneficiosos tanto para la madre como para el bebé.

Lactancia materna y flujo de leche

Increíblemente, los bebés nacen con la habilidad innata y la motivación para amamantar y son capaces de gatear espontáneamente, buscar el pecho y auto-adherirse sin ayuda cuando se colocan piel a piel.² Con tal contacto, la madre y el bebé intercambian información sensorial que estimula y provoca una amplia gama de comportamientos en el bebé, como salivar, morder, hurgar, gatear hasta el pecho y lograr un apego exitoso. También ayuda que los bebés puedan oler el calostro al nacer. El líquido amniótico tiene un olor similar al calostro, por lo que el olor familiar atrae al bebé hacia el pecho.

Desarrollo del cerebro y patrones de sueño en tu recién nacido

Como era de esperar, el cerebro de un bebé recién nacido no está completamente maduro; es solo una cuarta parte del tamaño que tendrá en la edad adulta. Sostener a tu bebé sobre tu piel apoya el desarrollo del cerebro al aumentar las vías neuronales esenciales, activando áreas del cerebro que están asociadas con el aprendizaje emocional y la formación de la memoria.² Acariciar suavemente y hablar con tu bebé mientras está en contacto piel a piel también ayudará en este proceso.

Estableciendo patrones de sueño en tu recién nacido

Aunque la mayoría de las nuevas mamás sienten que sus bebés recién nacidos “nunca duermen”, de hecho, en las primeras semanas de vida, los bebés pasan la mayor parte de su vida durmiendo. Simplemente no duermen necesariamente en el momento adecuado (es decir, ¡cuando estás dormido!). El sueño es esencial para el desarrollo y el crecimiento del cerebro en los bebés, y se cree que el contacto piel con piel es beneficioso para mejorar los ciclos de sueño de los bebés.⁵

Las investigaciones muestran que los bebés que experimentan contacto piel con piel pasan más tiempo en un sueño tranquilo, que es más prolongado y menos perturbado, lo que ayuda a mejorar los patrones de sueño.¹

Tu piel tibia puede ser lo primero que sienta tu bebé inmediatamente después del nacimiento. Por supuesto, un abrazo con mamá es una manera maravillosa de ser bienvenido en el mundo, pero el contacto piel a piel es mucho más y puede ser la mejor manera para que tu bebé se adapte a la vida fuera del útero. Y no tienes por qué detenerte ahí, ya que las madres pueden continuar proporcionando contacto piel a piel con su bebé durante el período neonatal, aprovechando las recompensas tanto para ellas como para el bebé.