¿Cómo establecer una buena rutina de dormir para tu bebé?

El patrón de sueño de cada bebé es diferente, pero cualquiera que sea el horario que siga tu recién nacido, tenemos consejos para ayudarlo a desarrollar buenos hábitos de sueño.

El cansancio excesivo puede dificultar que tu bebé se duerma, por lo que es importante saber cuándo está listo para la siesta. Con el tiempo, sabrás instintivamente cuándo tu bebé está cansado, pero hasta entonces, las señales que debes buscar incluyen llorar, frotarse los ojos, jalarse las orejas y las ojeras.

Tu bebé necesitará alimentación nocturna, cuando lo pida, durante los primeros tres meses, y probablemente seguirá necesitando al menos una alimentación nocturna hasta los seis meses de edad. Algunos bebés requieren alimentación nocturna regular hasta su primer cumpleaños. A los bebés les encanta que los amamanten para dormir y puede ser la oportunidad perfecta para que se formen lazos en sus primeros meses juntos.

Las tomas de sueño pueden ayudar a tu bebé a dormir más tiempo y pueden introducir suavemente un patrón de sueño que le resulte más fácil. Tres o cuatro horas después de que tu bebé se haya ido a la cama, intenta despertarlo a medias para amamantarlo tranquilamente. La idea es llenar la pancita de tu bebé sin que esté completamente alerta y despierto para que vuelva a dormirse fácilmente después de la toma.

No hay evidencia que sugiera que la fórmula infantil haga que los bebés duerman más y los beneficios de la lactancia materna supera con creces cualquier ventaja potencial. A nivel práctico, levantarse para preparar biberones te despertará mucho más que amamantarlo.

Durante los primeros meses, estás en el horario de tu bebé, te guste o no. Pero en las primeras semanas, puedes comenzar a enseñarle suavemente la diferencia entre el día y la noche. Durante el día, mantén las cortinas abiertas y salga a caminar, anímalo a estar alerta y activo y juega con él tanto como puedas.

Cuando llegue la noche, haz de tu casa un lugar más tranquilo y silencioso con poca iluminación y menos actividad. Las cortinas opacas pueden ayudarte a controlar la luz, incluso en pleno verano.

No marcará la diferencia de inmediato, pero le ayudará a aprender que la noche es el momento adecuado para dormir.

Los bebés siempre deben dormir boca arriba con los pies en la parte inferior de la cuna.

Envolver es el término para arropar a tu bebé de forma segura en una manta delgada, para que se sienta protegido y seguro. A algunos bebés les encanta la sensación de estar envueltos y les resulta realmente reconfortante, mientras que a otros les desagrada. Si quieres intentar envolverlo, asegúrate de no restringir demasiado los movimientos de la cadera y las piernas de tu bebé, ya que esto puede causar problemas en la cadera. También asegúrate de que tu bebé no se caliente demasiado.

Un chupón nocturno puede ayudar a calmar a tu bebé si disfruta de la comodidad de succionar sin tener hambre. Sin embargo, ten en cuenta que los chupones suelen caer de la boca de los bebés, por lo que es posible que te despierten tanto como antes jugando a “alcanzar el chupón” en la oscuridad.

Es posible que sientas la tentación de llevar a tu bebé a dar un paseo en coche o dar una vuelta por la manzana para que se duerma. A menudo funciona, pero ten cuidado, ya que si lo haces con regularidad, tu bebé lo esperará y podría convertirse en un hábito difícil de romper.

Alrededor de las ocho semanas, es posible que desees comenzar a desarrollar una rutina tranquila y relajante a la hora de acostarse. Un baño, un abrazo tranquilo, un cuento o una canción de cuna a la misma hora todas las noches pueden ayudar a tu bebé a comprender que es hora de irse a la cama.

A medida que crezca, es posible que desees comenzar a introducir una rutina diurna con un patrón regular de siestas para ayudarlo, y a ti a sobrellevar los días largos. Puedes creer que las siestas durante el día evitarán que tu bebé duerma por la noche, pero a menudo ocurre lo contrario: lo ayudará a dormir mejor. Hacer las cosas de la misma manera todos los días puede ayudar a tu bebé a entender su mundo y sentirse seguro.